Guerra critica todos los recortes que apoyó sin chistar en el Congreso.
¡Vaya veranito! ¿Quién dijo que esta es una estación yerma de
información? Zapatero, una vez más, no defraudó. Después de reiterar
que no adelantaría las elecciones, hizo exactamente lo contrario.
Camps se quitó del camino de Rajoy a La Moncloa, inmolándose como una
falla antes de que hubiera fallo. Nueva crisis de Gobierno en crisis;
enroque de Rubalcaba con el peón Camacho para cuadrar su círculo.
La prima de riesgo rebasó los 420 puntos, demostrando que todo es
susceptible de empeorar. La capital del capital, USA, quedó al borde
de la suspensión de pagos. ETA se anduvo por las ramas de Bildu, la
hiedra que crece gracias a que el PSOE ha cambiado riesgo por riego.
El juez Pedreira determinó que LB no era Luis Bárcenas sino
Levantamiento de Bulos. Y de remate, la reforma de la Constitución. A
la izquierda le alarma que se le ponga techo al gasto. A mí me parece
increíble que no lo tuviera puesto. Aquí es tamos , en Rodiezmo, un
verano más, esperando a Zapatero, que no ha venido; y a José Blanco,
que menos aún; y a Rubalcaba, que tampoco.
El único, Guerra, que por algo es único. Guerra está donde debe y
Rubalcaba donde puede. Zapatero ni está ni debe ni puede. La cita
tradicional del rojerío, que ponía fin a las vacaciones, destaca por
las ausencias. Los presentes son pasado. En los ausentes no hay
futuro. Es Rodiezmo la anacrónica fiesta de los sindicatos mineros en
tiempos en los que los propios sindicatos son una mina.
Que se lo digan a Tojo, sindicalista de antojo, ora de Escapar es
verbo de moda en el PSOE PSOE. El sprinter Alfredo no ha conseguido
escapar de sí mismo. Ferraz no carbura y a falta de tubo de escape
registra escapes por un tubo. A nadie se le escapa que los más listos
no quieren ir en las listas. Escapar es verbo de moda en el PSOE,
donde lo único que saben es capar.
Esto de reformar la Constitución ha sido la penúltima mina
anticandidato que Zapatero ha puesto al paso de Rubalcaba. Muchos
socialistas no entienden que tal medida se lleve a cabo sin consultar
a los ciudadanos. Rubalcaba no comprende que se haga sin consultarle a
él. Y Guerra califica la iniciativa como "píldora envenenada".
Guerra está en Rodiezmo, pero la batalla está en Ferraz.
Los diputados del PSOE ganaron la votación de su propuesta con el
entusiasmo de la derrota en sus rostros. La cara de tanto cara
desvela el retrato interior de lo que queda de un partido
definitivamente partido y repartido entre la derrota y la debacle.
Los socialistas han abierto demasiadas puertas a la vez y han
provocado la aparición de multitud de corrientes.
La última se llama Nuevo Socialismo. Y digo yo, si de Rubalcaba y
Zapatero huyen los socialistas antiguos y reniegan los nuevos, qué
tipo de socialistas son ellos. Mientras Guerra canta la Internacional
en Rodiezmo, a Zapatero le cantan las 40 en Bruselas y Rubalcaba
canta la gallina, o el faisán, ave galliforme que deja al candedazo
con los rodiezmos al aire.
Fuente: www.periodistadigital.com