LA JUNTA APLAZÓ LOS RECORTES PARA ‘PROTEGER’ A UGT Y CCOO.
Lo que se cuece en Andalucía al pairo de los recortes que se van a aplicar a los empleados públicos es el precio que tendrán que pagar los funcionarios de carrera para que PSOE e IU puedan mantener a más de veinte mil enchufados
colocados en el entramado de empresas, agencias y fundaciones que
conforman la administración paralela de la Junta. Y en este escenario,
la decisión de aplazar el decreto sobre los recortes de sueldos y
complementos, anunciado por Diego Valderas, vicepresidente de Griñán y
líder de IU, no es más que una maniobra para primar a los sindicatos de
“clase”, CCOO y UGT, frente a CSIF y otras centrales profesionales.
¿Cuánto le cuesta a cada funcionario andaluz de carrera un enchufado del PSOE en la Junta? Eso
es lo que muchos tratan de calcular hoy por la abigarrada trama de la
Administración andaluza. El mensaje que lanzó Griñán cuando anunció los
recortes a los empleados públicos fue tan claro que muchos no han
querido verlo: se recorta el sueldo de forma general para que no haya
despidos. Lo que ocurre es que los despidos que habría que hacer son los
de la administración paralela, es decir, aquellos que han entrado en la
Junta por el dedo del PSOE y que Griñán ha mantenido durante años a pesar de las constantes denuncias de la oposición, con recursos judiciales incluidos.
Nos roban la cartera
“Griñán,
Valderas, nos roban la cartera”. Esto es lo que se escucha en las
manifestaciones y protestas de los funcionarios representados por las
centrales profesionales. Este grito de guerra ha hecho reflexionar a IU,
se han dado aparentes amagos de diferencias en el Gobierno de coalición
con Griñán. Pero la causa principal está en salvar la cara de CCOO y
UGT y con ella a los más de veinte mil enchufados de la Junta, muchos
pertenecientes a estos mismos sindicatos. Se trata de darle al final una
victoria a estas dos centrales, frente al CSIF, retocando un decreto
que disminuye el sueldo de forma general un 5 por ciento, más
complementos.
Los funcionarios piden que los políticos del Gobierno andaluz imiten a Hollande y se recorten sus sueldos un 30%.
Pero la fidelidad de la izquierda andaluza a la nueva corriente de la
izquierda francesa y europea, para la que el bipartito pretendía ser un
ejemplo, se detiene en la nómina. El PP ha querido unirse a esta
petición de recorte de sueldos del Gobierno, pero después del episodio
que protagonizó Arenas en la pasada legislatura, escondiendo unos ingresos que entre sueldos y complementos de su partido superaban los 140.000 euros, para la oposición resulta poco creíble en este aspecto.
De
momento, CCOO y UGT siguen negociando con sus socios políticos de la
Junta a escondidas y tratando de salvar sus intereses, mientras que las
centrales profesionales representativas de los funcionarios siguen
manifestándose: “Griñán, Valderas nos roban la cartera”… para salvar a
más de veinte mil enchufados cuyas nominas hacen tambalear el
presupuesto público en una comunidad con más del 30% de desempleo.
Fuente: www.elconfidencial.com