Ahora que están de moda las cacerías, el PSOE de Huelva ha comenzado una contra el alcalde de la capital, Pedro Rodríguez, argumentando el alto sueldo que percibe el primer edil onubense. Es evidente que toda esta maniobra está instigada y dirigida por el moguereño Mario Jiménez, secretario provincial del PSOE, para quien es imposible abstraerse de sus dos mayores retos y a la vez mayores fracasos: la conquista de las alcaldías de Huelva y de Moguer. La primera le está costando sangre y algunas cabezas ( Trillo, Parralo,etc.) pero ha tenido la mala suerte de encontrarse con el mejor alcalde que ha tenido Huelva a la que ha transformado profundamente. La segunda se le puso aún más cara en las pasadas elecciones, cuando nuestro alcalde, Juanjo Volante, obtuvo la mayoría absoluta concedida por el pueblo de Moguer. Y con el fichaje que han hecho ahora, Gustavo Cuellar, mucho nos tememos que en las próximas elecciones se vean obligados a cambiar de alcaldable porque el sr. Cuellar no dá para mucho, la verdad.
Si Mario Jiménez entiende que Perico Rodríguez no merece el sueldo que gana después de haber cambiado Huelva en una ciudad mucho más limpia, ordenada urbanísticamente y con unas infraestructuras dignas de las mejores ciudades de España ( Nuevo Estadio Colombino, Palacio de los Deportes, etc.), como hay que catalogar el sueldo que él obtiene anualmente ( 146.000 € ) por ejercer como paralizador nato de todos los proyectos que han podido enriquecer a Huelva ( Isla Chica, El Ensanche) y principalmente a su pueblo, Moguer, paralizando el proyecto Cuesta de la Barca, ideado por él y los suyos, y que tanto millones y puestos de trabajo hubieran proporcionado a los ciudadanos de Moguer y su núcleo costero, Mazagón. ¿Porqué le importaba más el desarrollo urbanístico de Punta Umbría que el del pueblo que le vió nacer? La respuesta es evidente : los 146.000 € que su única empresa conocida , el PSOE, le paga religiosamente.
