Según estas mismas informaciones, el 40% de esas tarjetas son de crédito ilimitado, lo que permite al usuario poder gastar cuanto quiera, mientras que el resto tienen un tope diario de gasto de 600 euros al día. El mayor número de tarjetas obran en poder de UGT, seguidos de cerca por CC.OO, tras los que se encuentran sindicatos de corte nacionalista como la CIG o ELA-STV o corporativos como la CSI-CSIF, Sindicato de Pilotos, SEMAF etc. Cómo toda norma tiene su excepción, esta se encuentra en el sindicato USO que prácticamente no tiene tarjetas de este tipo.
Una empleada de la Unidad Administrativa de Recaudación de CC.OO ha declarado a Diario El Aguijón que "el gasto de estas tarjetas es muy difícil de controlar y mucho más de exigir ningún tipo de explicación. Hay que tener en cuenta que quienes las usan son los cargos de confianza y miembros de ejecutivas y nosotros somos empleados suyos".
Según esta misma empleada, que nos pide encarecidamente que no citemos su nombre por temor a represalias, "hay veces que nos han venido gastos de noches de hotel de secretarios generales de algunos sindicatos provinciales, que iban acompañados de una segunda persona sin identificar, pero a ver quién sube y le pregunta quién era esa persona y para qué era ese gasto". "Nos limitamos a apuntar el gasto como representación y mirar para otro lado", remacha.
La Unidad Administrativa de Recaudación fue creada precisamente durante el mandato de Antonio Gutiérrez para controlar el cobro de cuotas y la administración de las finanzas y supuso en su momento fuertes fricciones entre los sindicatos de rama o federaciones provinciales con la Confederación que les engloba a nivel nacional.
EN LA UGT LOS CONTROLES SON TODAVÍA MENORES
Si esto ocurre en CC.OO, en la Unión General de Trabajadores la opacidad es aún mayor, ya que los sistemas de control son más laxos. Según un dirigente de hostelería de la UGT que ha hablado con Diario El Aguijón, "las tarjetas son necesarias porque no vas a estar todo el día pidiendo dinero ni adelantándolo de tu bolsillo". "Si tienes que invitar a comer a la patronal cuando negocias un convenio o preparando una movilización es lógico que lo pague el sindicato. Si luego hay gente que usa mal esas tarjetas yo lo desconozco, pero en un sindicato tan grande supongo que habrá de todo como en botica", añade la misma fuente.
Los gastos de estas tarjetas se dispararon desde que se convocó la huelga general, aunque después el gasto bajó notablemente, según confirman las fuentes bancarias que han hablado con Alerta Digital. Por lo que parece, las huelgas son ocasiones de oro utilizadas por algunos sindicalistas para hacer gastos extras. Un sindicalista nos reconoce que durante las huelgas se aumentan las comidas fuera de casa, las invitaciones o los gastos no comunes, que pagan con sus tarjetas
GASTO SIN CONTROL MIENTRAS SE DESPIDE Y SE SUBEN IMPUESTOS
Basta con hacer cuentas de lo que pueden gastar diariamente 9.000 tarjetas de crédito para darse cuenta de las cantidades millonarias del despilfarro de nuestros sindicatos que se financian a cargo los impuestos que pagan los ciudadanos, puesto que su financiación se realiza a cargo de los Presupuestos Generales y Autonómicos, además de una red de ingresos de otros organismos como ayuntamientos, diputaciones, o cajas de ahorro. En un momento en el que los ciudadanos soportan subidas de impuestos para acometer los gastos del Estado, y donde en los propios sindicatos se recorta y despide a parte de su personal por la bajada de ingresos, no parece muy lógico que los dirigentes de estas organizaciones creadas teóricamente para la defensa de los trabajadores no se aprieten el cinturón.