martes, 17 de enero de 2012

Los recortes del Psoe en Andalucía: aumenta la lista de espera en más de 3.000 personas en un año para intervenciones quirúrgicas

La lista de espera quirúrgica aumentó en 2011 respecto al año anterior en 3.118 personas, ya que, según los datos del registro de demanda actualizados a 31 de diciembre, hay en estos momentos 54.904 andaluces a la espera de ser intervenidos, frente a los 51.786 del mismo periodo de 2010. La media para ser intervenido por estos pacientes se situó en 57 días, uno más que el pasado año, de uno de los 700 procedimientos quirúrgicos más comunes, que, por decreto en la comunidad, tienen un tiempo máximo de espera de 180 días. Durante 2011 se realizaron 365.000 operaciones sujetas a ese decreto, el 40% de todas las cirugías realizadas. La provincia donde los tiempos de espera fueron menores fue Córdoba (52 días), frente a Málaga, con los mayores, con 60 días.
La consejera de Salud, María Jesús Montero, hizo públicos ayer estos datos en una intervención propia del tiempo de precampaña electoral en el que se encuentra la comunidad, con continuas referencias a las regiones gobernadas por el PP y negando cualquier recorte por la crisis en la sanidad andaluza. Así, Montero valoró positivamente los datos, por cuanto, dijo, los tiempos de espera se han consolidado y se operaron a 4.000 personas más que el año anterior. El aumento lo justificó en el envejecimiento de la población, la mejora de las técnicas de anestesia, un leve incremento de la población y el comportamiento profesional. «Lo hemos hecho con actividad propia y disminuyendo la de concierto, gracias a la mejora de la productividad y el esfuerzo de los profesionales», aseguró.




«Recortes» en personal

En cambio, para la responsable del área de sanidad y parlamentaria del PP, Ana María Corredera, el aumento de la lista de espera quirúrgica responde con los «recortes» de personal en los hospitales hechos por la Junta, que han evitado que se cubran las bajas y disminuyan los dispositivos de apoyo. Corredera recuerda que en dos años Salud redujo en 46 millones su presupuesto para sustituciones.
Respecto a otros datos que aportó la consejera, hay que señalar que aumentó la lista de espera de los pacientes para las 71 operaciones más frecuentes, que, por ley, deben ser atendidas antes de 120 días. La lista aumentó el pasado año en 883 personas y la media para ser atendido fue de 50 días, uno más que en 2010.
Por contra, Salud redujo el pasado año el número de pacientes en espera para las consultas de especialista y las pruebas diagnósticas, que tienen un plazo máximo de respuesta de 60 y 30 días. En la primera lista se encontraban 203.963 pacientes y el tiempo medio de respuesta se situó en 46 días; en la segunda, la lista asciende a 16.153 pacientes y el tiempo de espera en 22 días. En total, se registraron 11,7 millones de consultas de especialistas y 7,1 millones de pruebas diagnósticas, una cifra superior a la de 2010.

Los sindicatos tienen en plena crisis 9.000 tarjetas de crédito para pagar sus gastos

 Ser liberado de un sindicato conlleva no sólo no acudir al puesto de trabajo y que su trabajo tenga que ser realizado por otro empleado con el consiguiente gasto añadido para la empresa, sino que también tiene unos gastos de "representación". Con el objeto declarado de cubrir los gastos derivados en comidas, traslados, invitaciones o regalos, los sindicatos tienen en su poder 9.000 tarjetas de crédito y débito que utilizan una parte de los más de 60.000 liberados existentes actualmente, miembros de las comisiones ejecutivas, algunos empleados de los sindicatos y personal de confianza, según ha podido saber Diario El Aguijón a través de miembros de las entidades emisoras de tarjetas de crédito.
 
Según estas mismas informaciones, el 40% de esas tarjetas son de crédito ilimitado, lo que permite al usuario poder gastar cuanto quiera, mientras que el resto tienen un tope diario de gasto de 600 euros al día. El mayor número de tarjetas obran en poder de UGT, seguidos de cerca por CC.OO, tras los que se encuentran sindicatos de corte nacionalista como la CIG o ELA-STV o corporativos como la CSI-CSIF, Sindicato de Pilotos, SEMAF etc. Cómo toda norma tiene su excepción, esta se encuentra en el sindicato USO que prácticamente no tiene tarjetas de este tipo.




UN GASTO DESCONTROLADO EN CC.OO.
 
Una empleada de la Unidad Administrativa de Recaudación de CC.OO ha declarado a Diario El Aguijón que "el gasto de estas tarjetas es muy difícil de controlar y mucho más de exigir ningún tipo de explicación. Hay que tener en cuenta que quienes las usan son los cargos de confianza y miembros de ejecutivas y nosotros somos empleados suyos".
Según esta misma empleada, que nos pide encarecidamente que no citemos su nombre por temor a represalias, "hay veces que nos han venido gastos de noches de hotel de secretarios generales de algunos sindicatos provinciales, que iban acompañados de una segunda persona sin identificar, pero a ver quién sube y le pregunta quién era esa persona y para qué era ese gasto". "Nos limitamos a apuntar el gasto como representación y mirar para otro lado", remacha.
La Unidad Administrativa de Recaudación fue creada precisamente durante el mandato de Antonio Gutiérrez para controlar el cobro de cuotas y la administración de las finanzas y supuso en su momento fuertes fricciones entre los sindicatos de rama o federaciones provinciales con la Confederación que les engloba a nivel nacional.


EN LA UGT LOS CONTROLES SON TODAVÍA MENORES

Si esto ocurre en CC.OO, en la Unión General de Trabajadores la opacidad es aún mayor, ya que los sistemas de control son más laxos. Según un dirigente de hostelería de la UGT que ha hablado con Diario El Aguijón, "las tarjetas son necesarias porque no vas a estar todo el día pidiendo dinero ni adelantándolo de tu bolsillo". "Si tienes que invitar a comer a la patronal cuando negocias un convenio o preparando una movilización es lógico que lo pague el sindicato. Si luego hay gente que usa mal esas tarjetas yo lo desconozco, pero en un sindicato tan grande supongo que habrá de todo como en botica", añade la misma fuente.


Los gastos de estas tarjetas se dispararon desde que se convocó la huelga general, aunque después el gasto bajó notablemente, según confirman las fuentes bancarias que han hablado con Alerta Digital. Por lo que parece, las huelgas son ocasiones de oro utilizadas por algunos sindicalistas para hacer gastos extras. Un sindicalista nos reconoce que durante las huelgas se aumentan las comidas fuera de casa, las invitaciones o los gastos no comunes, que pagan con sus tarjetas


GASTO SIN CONTROL MIENTRAS SE DESPIDE Y SE SUBEN IMPUESTOS
Basta con hacer cuentas de lo que pueden gastar diariamente 9.000 tarjetas de crédito para darse cuenta de las cantidades millonarias del despilfarro de nuestros sindicatos que se financian a cargo los impuestos que pagan los ciudadanos, puesto que su financiación se realiza a cargo de los Presupuestos Generales y Autonómicos, además de una red de ingresos de otros organismos como ayuntamientos, diputaciones, o cajas de ahorro. En un momento en el que los ciudadanos soportan subidas de impuestos para acometer los gastos del Estado, y donde en los propios sindicatos se recorta y despide a parte de su personal por la bajada de ingresos, no parece muy lógico que los dirigentes de estas organizaciones creadas teóricamente para la defensa de los trabajadores no se aprieten el cinturón.