lunes, 21 de junio de 2010

Cambio histórico en Andalucía al lograr el PP mayoría absoluta por primera vez.


Los populares obtendrían 56 escaños, uno más de los necesarios para gobernar, mientras que el PSOE perdería diez diputados.


Si las elecciones autonómicas se celebrasen hoy, Javier Arenas sería elegido presidente de la Junta de Andalucía. El dirigente popular no precisaría del apoyo de ninguna fuerza política en su investidura, ya que por primera vez en la historia de la democracia el PP cuenta con el apoyo suficiente para obtener la mayoría absoluta en Andalucía.
Según el Barómetro del estado de la Comunidad andaluza elaborado por el Instituto de Investigación, Marketing y Comunicación (IMC) para ABC de Sevilla, los populares obtendrían hoy el 44,3% de los votos, lo que les permitiría conseguir 56 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta. Este resultado supondría un crecimiento de casi seis puntos y nueve diputados respecto a los resultados que cosechó en las últimas elecciones autonómicas, hace sólo dos años.
El PSOE, por debajo del 40%
En el PSOE, por el contrario, continúa el desplome. Según la encuesta, obtendría el 38,7% de los votos —9,5 puntos inferior a los resultados de Chaves en 2008—, lo que le supondría una representación parlamentaria de 46 diputados, diez menos que en la actualidad. Es la primera vez desde 2008 que un sondeo da al PSOE menos del 40% de los votos en Andalucía —en las elecciones de 1994, que dieron lugar a la “minilegislatura” de la “pinza”, obtuvo el 39%—.
IU, por su parte, contaría con un apoyo del 7,6% de los votos, con un pequeño crecimiento del 0,6% respecto a 2008 pero suficiente para obtener un escaño más —por la provincia de Jaén— y alcanzar los siete diputados.
¿Dónde crece el PP y dónde baja el PSOE? La tendencia al alza y a la baja, respectivamente, es general en toda Andalucía excepto en la provincia de Málaga, donde se mantendrían los actuales resultados (8 diputados del PP y 7 del PSOE). Es especialmente significativo, sin embargo, la caída socialista en sus dos principales «reservas» electorales, Sevilla y Cádiz. En la provincia sevillana el PSOE consiguió en los comicios de 2008 el 54,3% de los votos —once escaños—, mientras que la encuesta realizada en la segunda semana de junio le otorga el 44% de los votos —nueve escaños—. Por contra, el PP sube del 31,7% obtenido en la última cita con las urnas al 39,4% en la encuesta, lo que le supondría pasar de seis a ocho escaños por esta provincia. En Cádiz, el PSOE baja del 47,7% de votos en 2008 a una estimación del 39,3%, lo que le haría perder también dos diputados —seis por los ocho de 2008—. Los populares, por su parte, incrementarían el 38,3% de votos que alcanzaron en las urnas hasta el 46,1%, con lo que obtendrían dos escaños más. Es decir, en Cádiz el PSOE y el PP intercambian prácticamente los resultados de las últimas elecciones autonómicas, y en Sevilla la ventaja socialista sobre los populares pasa de cinco diputados a uno.
Además de estas provincias, el PSOE pierde un parlamentario en Almería, Córdoba, Granada y Huelva, pasando todos ellos al PP —en Almería los populares logran el mayor apoyo de toda Andalucía, el 56,5% de los electores—. En Jaén, otro tradicional feudo socialista, el PSOE pierde dos escaños, que pasan uno al PP y otro a IU.
En cuanto a intención de voto —intención de voto declarada sin ajustar el porcentaje de «no sabe/no contesta»— el PP aventaja a los socialistas en casi ocho puntos —35,6% frente a 27,5%—. Con estos indicadores, es comprensible que permanezca muy arraigada en la opinión pública andaluza la percepción de que es necesario un cambio en Andalucía. El 66,2% de los andaluces apuestan por un golpe de timón —incluyendo el 23,1% de los votantes del PSOE—, mientras que sólo el 28,3% de los entrevistados no lo consideran necesario. Hay que destacar, sin embargo, que el porcentaje que reclama un cambio ha descendido diez puntos desde febrero de 2009 —76,2%—, mientras que los entrevistados que no lo ven necesario se han incrementado en nueve puntos desde esa fecha.
Respecto a quién debe dirigir ese cambio, el 51,7% de los partidarios de un cambio citan al PP como mejor opción. El 20,2% no confía ni en el PSOE ni en el PP para este cambio, mientras que el 8,3% considera que el giro deseado puede ser protagonizado por el propio PSOE. Cuando se pregunta por los dirigentes políticos que deben conducir el cambio, el 43,3% nombra a Arenas —ocho puntos menos de los que citan al PP como partido— y sólo el 2% por ciento cita a Griñán, por debajo de Diego Valderas —4,3%— y casi empatado con la andalucista Pilar González —1,7%—, aunque hay que destacar que la mayoría de este grupo no son electores socialistas.
Para salir de la crisis
Por otra parte, cuando se interroga a los encuestados específicamente qué político está más capacitado para sacar a Andalucía de la crisis, el 26,6% dice que Griñán y el 35,1% que Arenas, mientras que el 28,4% opina que ninguno de los dos. Respecto al sondeo de febrero de 2009, la valoración de Arenas en este aspecto sube 5,3 puntos, mientras que Griñán obtiene 6,4% menos apoyos del que lograba Chaves en esta misma fecha —33%—.
Pese a la amplia ventaja del PP, es llamativo que al imaginario colectivo andaluz le cuesta vislumbrar un triunfo popular. Así, sólo el 41,6% cree que ganará el PP, mientras que el 40% cree que lo hará el PSOE. Asimismo, el PSOE sigue siendo más simpático que el PP —41% frente al 30,7%— y el PP es el partido al que más gente no votaría nunca —27,9% frente al 20,7% de IU y 14,8% del PSOE—.
Por último, una amplia mayoría de los andaluces consideran que la actual coyuntura exige un adelanto de las elecciones tanto generales —57,2%— como andaluzas —51,7%—.
Además, es muy llamativo que el deseo de separar las elecciones generales y autonómicas desciende espectacularmente respecto al pasado febrero de un 62,9% al 46,1%, mientras que la apuesta por elecciones conjuntas crece en el mismo periodo del 27,8% al 43,1%.

Fuente: ABC
Enlace: http://www.abc.es/20100621/espana/andalucia-encuesta-201006210252.html