La población extranjera supone ya más de una quinta parte del municipio.

Fuente: Huelva Información.

Según el Ayuntamiento, en la localidad residen más de 4.400 foráneos de 56 nacionalidades diferentes · El Consistorio reclamará subvenciones para ampliar servicios durante la campaña fresera.

Más de una quinta parte de los habitantes de Moguer son extranjeros. Rumanía, Marruecos o Polonia son los indiscutibles reyes de la moguereña torre de Babel, pero en ella conviven personas de hasta 56 nacionalidades diferentes, una población que se incrementa además notablemente durante la campaña fresera. Estos son los principales datos de un estudio evolutivo de la población en la localidad que el Ayuntamiento ha elaborado para reclamar, por un lado, autorización para implantar en zonas rurales los servicios necesarios para los temporeros, y por otro, pedir subvenciones para su puesta en marcha.Según el informe redactado por el Consistorio, Moguer ha sobrepasado ya la barrera de los 20.000 habitantes: cuenta en la actualidad con 20.600 vecinos, frente a los 19.569 reconocidos por el Instituto Nacional de Estadística en 2009 (último dato oficial). Ese crecimiento poblacional ha venido de la mano de un importante aumento del número de extranjeros, de forma que los 4.429 foráneos ya suponen el 21,5% de la población moguereña, mientras en 2009 eran el 19,8% del total. El grupo más numeroso está formado por las personas de origen rumano, seguidas de los marroquíes y polacos; la mitad de la población extranjera es comunitaria.Pero además, Moguer asevera en el estudio -recogido por Europa Press- que su población crece hasta las 30.000 personas durante la campaña fresera, lo que pone de relieve "la necesidad" de aumentar los servicios sanitarios, escolares o la red de guarderías durante la campaña agrícola que va desde el mes de septiembre a junio. De hecho, el estudio nace con el objetivo de resaltar la incidencia de la población extranjera en la localidad y por tanto, "la necesidad de contar con subvenciones para ampliar la cobertura" a esos habitantes. El primer paso será, estudio en mano, solicitar a la Fundación Doñana que dé la autorización correspondiente para la instalación de servicios en las zonas de influencia del Espacio Natural Doñana (Arroyo de Don Gil y Las Maldivas) para "aglomerar los servicios que más demandan los inmigrantes y evitar su desplazamiento por las carreteras que resulta peligroso", ya que los temporeros tienen que recorrer varios kilómetros a pie por ellas "para cualquier cosa". Tras la solicitud de la autorización se procederá a la petición de una subvención a la Junta de Andalucía para la puesta en marcha de estos servicios, tales como supermercado o locutorio, que "saldrían a concurso para su adjudicación".