Andalucía pide cambio

Uno de cada dos desempleados es menor de 25 años y su tasa de paro es del 31,23%, la más alta de España. Durante 2011, pese a la crisis, el Gobierno de Griñán «regaló» 70 millones a los sindicatos.

Madrid- Más que un legado es un lastre difícil de superar. Los treinta años de poder absoluto de los socialistas han terminado por hundir a Andalucía. Ya sea por la trama de corrupción de los ERE, por tener la mayor tasa de paro juvenil de España, por situarse en los umbrales de la pobreza o por contar con uno de los mayores índices de analfabetismo de Europa... sea por lo que sea, los andaluces están ya al límite y exigen un cambio.

PARO Y POBREZA
Los gobiernos de Chaves y Griñán no dejarán, desde luego, un buen recuerdo. Y es que cuentan con el dudoso honor de tener la tasa de paro juvenil más alta de Europa: uno de cada dos desempleados es menor de 25 años. Si a esto unimos que esta región supera en más de ocho puntos la tasa nacional de paro (31,23%), no es de extrañar que muchas familias apenas logren llegar a fin de mes, concretamente, cuatro de cada diez andaluces. El índice de riego de pobreza ha alcanzado el 20,7% y cada vez son más los que se ven obligados a recurrir a la caridad.

FRACASO ESCOLAR
Y si bien es cierto que la economía es un pilar fundamental, no menos lo es la educación. Aquí también han fallado, y de qué manera. Andalucía cuenta con una tasa de analfabetismo del 7%, cinco puntos por encima de la media nacional. Una cifra que responde a una dramática realidad: uno de cada tres escolares andaluces abandona a una edad temprana el colegio y casi la mitad de los niños de quince años han repetido algún curso.

CORRUPCIÓN
Aquí la lista se antoja interminable. Los escándalos judiciales han salpicado tanto a los gobiernos de Chaves como de Griñán. Tanto ellos como algunos miembros de sus gabinetes han sido relacionados con la trama de corrupción de los ERE. Y, pese a que ninguno de los dos está imputado, el desvío fraudulento de dinero público en concepto de «ayudas» durante sus mandatos ha puesto en evidencia a los socialistas. Así, en apenas una década, la Junta gastó más de mil millones de manera fraudulenta. Famosos son ya los conocidos como «fondos de reptiles» y los pagos de comisiones millonarias a las aseguradoras que tramitaban los ERE falsos.

Pero no son las únicas irregularidades. El Tribunal Superior de Justicia andaluz también está investigando las ayudas a la contratación indefinida pagadas con fondos europeos. Un dato: más de 800 empresas se quedaron con este dinero procedente de la UE.

Por no hablar de los «chanchullos» de los hijos de Manuel Chaves, que han puesto en la cuerda floja al ex presidente andaluz.

DESPILFARRO
Las cifras son alarmantes. La mala gestión socialista ha provocado que la crisis se haya cebado con los andaluces. Sin embargo, pese a tener un déficit del 1,11% del PIB regional y una deuda de 13.738 millones de euros, la Junta no ha tenido ningún problema en llenar las arcas de los sindicatos con decenas de millones de euros. Sólo en 2011, el Gobierno de Griñán otorgó, principalmente a CC OO y UGT, 70 millones de euros, lo que implica 15,2 millones más que el resto de autonomías juntas. En un sólo día les llegó a «regalar» 54 millones para formar a personas ocupadas. Así, no es de extrañar, que el 60% de ayudas que los sindicatos reciben de las comunidades procedan de Andalucía.

BATACAZO ELECTORAL
Pero, ¿qué consecuencias tendrá esta pésima gestión? La primera y más evidente podría tener lugar el próximo 25 de marzo en las urnas. Ese día, los socialistas podrían sufrir un batacazo electoral histórico. Y es que después de tres décadas de monopolio socialista, todas las encuestas apuntan a que el PP rozaría la mayoría absoluta o incluso la lograría.

En las elecciones de 1990, los socialistas obtuvieron 62 escaños frente a los 26 de los populares. Unas cifras que con el paso de los años han sufrido un giro de 360 grados. Ahora, los sondeos otorgan a los de Javier Arenas entre 54 y 57 escaños y a los de Griñán de 41 a 44. El vuelco es claro.

Pero este fuerte varapalo no sólo afectaría al PSOE a nivel regional, sino a todo el partido. A nadie se le escapa que los comicios del 25-M podrían provocar un daño mayor a los socialistas: la pérdida de Sevilla, uno de los últimos bastiones que les queda y que el PP desea a toda costa.